mercredi 22 août 2007

Et...C’est fini…

Y el Stage en la Comisión se terminó…los últimos días antes de que todos nos escapáramos de Bruselas fueron una locura, nos lo pasamos muy bien! entre cervecita & cervecita & cervecita…Y como siempre ocurre en todas estas experiencias “gran hermano” o “verano azul” hubo sentimientos encontrados, para los que se iban y sabían que no iban a volver a Bruselas, y para los que nos quedábamos y sabíamos que a la vuelta iba a empezar otra vida en Bruselas. Pero al contrario que en otras “despedidas”, no hubo lagrimitas, la mayoría de los que participamos en estas aventurillas ya estamos muy acostumbrados a este tipo de vida de “peregrinación-romería” por la vida e intentamos extraer la parte positiva de la experiencia ya que las energías las necesitamos para seguir adelante. Pero mi post no puede superar al de Esteban que como siempre recoge mejor que nadie estas emociones incluso nos dedicó un video.

Yo puedo decir que he tenido mucha suerte. Tras varios intentos fallidos solicitando el stage esta vez tocaba y me cogieron en un momento perfecto, además donde se me había metido en la cabeza, en “Cooperación”. Alguna vez me había imaginado dentro de la Comisión, pero la realidad ha superado a mi imaginación. Para cualquier “Eurocrata” convencid@ que ha estudiado alguna vez la formación de la Unión Europea, las políticas, o cualquier master relacionado con temas europeos, poder vivirlo desde dentro- aunque sólo sea unos meses- es una experiencia única.

Cada un@ acomoda el Stage a su manera, un@s curraban mucho (o decían que curraban mucho) y echaban muchas otras, otr@s no tenían mucho que hacer y se quejaban todo el día, otr@s aprovechaban todo lo que podían y no dejaban de asistir a cursos, conferencias, sub-committies, etc. Otr@s se pasaron el día entre la Place Lux y las fiestas de stagiaires intentando ligar, otr@s se pasaron el día haciendo networking y al final para algun@s resultó :)…

Son muchas las experiencias positivas que debería incluir en este resumen como cierre de una etapa y comienzo de otra. Creo que no cabrían todas y casi prefiero guardármelas en la memoria de mi cabecita, sin que queden escritas, y que el recuerdo de éstas haga que sean aún mejor de lo que fueron.

Venir a Bruselas supuso una decisión personal dura porque dejaba mi ciudad favorita (después de Buenos Aires) y porque se quedaban allí muchas “cosas”…
Pero a los pocos meses me di cuenta que esto se podía alargar y que en términos profesionales no supuso, ni supone ninguna decisión difícil. Esta experiencia me ha ayudado a recuperar mi “ego profesional” que lo tenía un poquito tocado en el último año, así que ha sido una cura en todos los sentidos.

Lo bueno de Bruselas es que si hay algún tema por el que sientas curiosidad y te emocione especialmente, es muy fácil acercarte a el, es muy fácil asistir a las sesiones del Parlamento por increíble que parezca (si te sobra el tiempo, claro). En Bruselas he tenido acceso a uno de los temas que más me interesa, el “género” y a los lobbies que trabajan sobre este tema. Y eso me ha hecho muy feliz…y no puedo olvidarme de toda la gente que me ha hecho muy feliz y que me ha ayudado mucho y me sigue ayudando…

Se terminaron las mini vacaciones en España, las vacaciones en Bruselas y ahora espero la nota de mi examen famoso (para los “Euromochis”) “Cast27” para saber si tengo que seguir estudiando. Mientras espero a que me contesten de mis entrevistas, espero a que me llamen para más entrevistas y en esa espera intento no desesperar. Estoy segura y convencida de que esta vez me toca que me salga bien esta apuesta y…me va a salir bien!

Próximo post “Living in Brussels II ”

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