(Para los que no hayan estado nunca en Bruselas, que sepan que aquí está todo escrito en Francés y Flamenco -al menos. Incluso a veces, como es el caso de mi piscina, las cosas importantes como la calle en la que nadan los rápidos tiene un cartel en inglés para que las pringadas como yo no se equivoquen)
En esta ocasión es todo mucho más sencillo que mis primeras veces (Hamburgo, Gante, Viena, Chile..) pero no por ello menos duro. Madrid es una droga para muchos que hemos pasado allí la mayor parte de nuestra vida y nos gusta tanto...asi que cuesta muchodesengancharse de todo lo que representa y se deja atrás.
He subido la foto del comienzo del viaje de la puerta de embarque en Barajas para ponerle el punto de partida al viaje.
Los vuelos Mad-Bruselas y viceversa siempre van llenos de españoles que trabajan en asuntos europeos (Comisión, Parlamento, Consejo, Lobbies, etc..), políticos, españoles que estudian en Bruselas, con españoles de varias generaciones que por una causa u otra terminan en Bruselas. Y también siempre coincides con algún que otro loco.
En este vuelo se sentó a mi lado una señora de unos 40 a 50 años, profesora de Economía de la Complutense en excedencia y actualmente miembro de alguna comisión del Parlamento Europeo. En 15 min., y antes de que despegase el avión, consiguió hacerme un resumen tanto de su vida personal, profesional y además de un análisis crítico de la nueva generación española de alumnos de economía, según ella vagos, inútiles y desmotivados.
Pero en cuanto se dio cuenta de que entraba Mayor Oreja al avión me dejó plantada y tomó posiciones, se cambió de sitio justo a su lado.
Por suerte para mí, me abandonó con mis pensamientos y me dejó sola para poderme despedir de Madrid por la ventana del avión.
1 commentaire:
Hola, me encanta volar. No descarto vivir una experiencia tan genial como esta. Ya nos cuentas, estoy muy interesada.
Un saludo sórico.
Lady Read.
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